martes, 7 de octubre de 2014

Gracias a Alex Cabrera la LVBP tendrá política antidopaje

En 1995 se realizó un Congreso sobre las drogas en el deporte, donde una campeona venezolana de judo decía:
" En Venezuela todavía es un tabú combatir el doping. La mistificación que el aficionado hace del campeón, los fuertes entrenamientos a los que está sometido, las implicaciones políticas que llevan al deportista a ganar obligatoriamente, el miedo a ser criticado, entre otros aspectos, provocan niveles de angustia y tensión que llevan a consumir estimulantes para desarrollar el potencial físico"
El negocio del ocio crece en las sociedades occidentales. Es así como los espectáculos deportivos cada día generan más ganancias proporcionando a sus protagonistas cada vez mayores ingresos creando los incentivos económicos para la búsqueda del máximo rendimiento cueste lo que cueste. Un mejor desempeño puede representar grandes cantidades de dinero para un atleta.

El beisbol es uno de los deportes que despierta más dudas en cuanto a la utilización de sustancias prohibidas, se dice que este tema es una de las causas de su desaparición en el panorama olímpico. Por ello las grandes ligas han venido enfrentando el problema debido a que esta falta de reputación puede afectar el negocio gravemente.

La LVBP en cambio nunca se interesó seriamente en un programa que ataque el dopaje, lo cual implica una invitación al consumo como afirma Rafael Chavero en uno de sus libros, esto no exime de responsabilidades a los peloteros, ya que es por todos sabido la prohibición de sustancias estimulantes que pueden afectar su salud en el largo plazo.

El principal punto para la ausencia de una política antidopaje en la LVBP han sido sus costos, declarado públicamente por los dueños de equipos. Ninguna liga invernal posee una política antidopaje y hasta ahora no parecía que eso pudiese cambiar. El crecimiento del espectáculo que ha venido aumentando año a año el número de aficionados que asisten a cada uno de los estadios no hacían poner en duda la salud del beisbol venezolano a pesar de las situaciones ocurridas en MLB con el tema del dopaje.

Pero un evento en la temporada 2013-14 cambiaría el curso de la historia. Un jugador de 42 años se "triplecorona" con una campaña extraordinaria tumbando uno de los records históricos del beisbol venezolano y hace dudar de esta estabilidad que venían manejando. Y ante el temor de que esta situación afecte el negocio se empiezan a tomar medidas que se reafirman en abril  ante el anuncio del positivo por estanozolol de Cabrera en México.

Esta nueva situación está impulsada por razones económicas que son casi siempre las que determinan las tomas de decisiones pero sin duda con el condicionante que ejerce el cambio de percepción del aficionado de la necesidad del juego limpio que antes era asumido como tácito. Los sistemas solo pueden detectar una pequeña parte de los dopados a pesar de ello eso no debe disminuir la lucha para mantener o elevar la "integridad del deporte". Un hito amplió la necesidad del aficionado venezolano de preservar el juego limpio y así lo interpreta la liga aunque parece tardío.

Desde que la Major League Baseball implementó con mayor rigor su política antidopaje se suspendieron a partir del 2005 al menos 80 venezolanos por violar las normas en el uso de sustancias como se observa en este gran trabajo realizado por @IgnacioSerrano (leer aquí), y además al menos 40 importados han jugado LVBP después de haber sido sancionados por la misma situación (leer aquí).

Es decir, la LVBP tuvo que esperar 9 años y más de 100 positivos para tomar cartas en el asunto. La excusa del IND hoy se cae ante el nacimiento de una política antidopaje, cuya verdadera ausencia se debía a la falta de interés, obviamente motivada por el ahorro de los costos que genera.

Muchos fanáticos no conocen los casos de Jesús Guzmán, Robinson Chirinos o Jonathan Herrera, quienes arrojaron positivo (2005) en ligas menores y pagaron por su error; llegando posteriormente a las grandes ligas, más conocido fue el caso Eliecer Alfonzo quien hoy se acerca al liderato histórico de jonrones en LVBP, o Alex Romero quien fue suspendido en México en 2012 y posteriormente jugaría el Clásico Mundial de Beisbol representando a Venezuela, o importados como Prentice Redman quien recibió dos suspensiones por 50 y 100 juegos en 2010 y jugaría con Lara esa misma temporada. Nada de esto generó en los aficionados un ambiente adverso en la LVBP o la necesidad por parte de la liga de afrontar el problema. Cualquiera de ellos pudo haber sido el punto de partida para una política sólida hoy en día.

El año pasado ante el gran noviembre del recordman Alex Cabrera. La liga decidiría enviar señales del cumplimiento en la vigilancia en el uso de sustancias prohibidas haciendo pública la realización de pruebas por parte del IND. El hecho de que dichas pruebas no se realizaran desde octubre ya describe improvisación, y si se deseaba transmitir seriedad desde la liga, hicieron lo contrario porque estarían aplicando pruebas sin reglas claras y a destiempo, sin tener establecido las sanciones, reglas de apelación y otras condiciones necesarias.

El record y posterior positivo en la liga mejicana de Alex Cabrera creó un consenso alrededor de la necesidad de ser más rigurosos en el ataque  a las sustancias prohibidas. La liga encontraría financiamiento a través del Fondo Nacional del Deporte (lo cual me hace dudar de la sostenibilidad del programa) y ahora si emprendieron una política antidopaje ante el temor de que el negocio caiga en slump.

Intentando atraer la confianza de aficionados escépticos en cuanto a la limpieza de los records, colocaron una condición que me parece absurda. Hacerle una prueba a quienes hayan salido positivo en otras ligas (exceptuando drogas recreacionales), esta condición surge a sabiendas del positivo de Alex. Toda política antidopaje seria debe evitar los márgenes de error y disminuir las discrecionalidades.

El aviso al jugador suspendido en otra liga del sometimiento a una prueba antes de actuar en LVBP, le prepara para dar negativo en dicho test. Además un pelotero que juegue en ligas de menor jerarquía como la Bolivariana, italiana, regionales mejicanas o sencillamente no lo haga, le otorga una ventaja frente a los beisbolistas que participen en ligas con políticas antidopaje.

Esta condición genera dudas en varias situaciones, mas cuando aun no ha sido publicada:

- Daryl Thompson, le fue anunciada una suspensión por consumo de drogas recreacionales mientras jugaba en el Round Robin, que haria la liga en caso de que fuesen esteroides, hacerle una prueba inmediatamente después de ese positivo o el caso de Alex Romero en noviembre de 2012 dado que los positivos son anunciados meses después de la realización de la prueba cumpliendo con los protocolos para dar validez a los resultados.

- Sergio Escalona, Francisco Cervelli y Jesús Montero, no arrojaron nunca positivo en pruebas antidoping, pero fueron suspendidos por el caso biogénesis, la liga le haría una prueba antidoping aun sin haber dado positivo nunca.

- El caso de la hormona de crecimiento, según comentó @arturomarcano no se realizarán exámenes de sangre en LVBP de ser asi, si un jugador sale positivo por este caso, la liga le haría un examen de orina para corroborar un resultado que solo puede arrojar un examen de sangre.

Por último el mismo caso de Alex Cabrera quien dió positivo en México pero cuyo caso sigue abierto dada la demanda que interpuso, lo que implica que aún no hay una sentencia firme (como explicaría Arturo Marcano via twitter), situación que para el público en general no es tan evidente, y quienes esperan se cumpla la realización de una prueba antes de empezar la liga como lo prometió a mediados de año el presidente de la LVBP, generando una señal contraria a la que inspiró dicha condición.

Las políticas antidopajes no son perfectas, pero se cuenta con la experiencia de otras ligas para hacer un buen trabajo. En mi opinión nace con defectos por no evitar las discrecionalidades, y por estar chucuta sin la aplicación de pruebas para la detección de hormona de crecimiento humano.

Referencias:
La integridad del deporte de Rafael Chavero
ElEmergente.com

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