Nueva temporada con nuevo formato, ya por todos conocido. Se jugará con dos vueltas puntuables que clasificarán a 6 de 8 equipos que se enfrentarán en series de playoffs hasta alcanzar el campeonato.
La desaparición del round robin, elimina esos juegos muertos que como el año pasado no generaban mayor interés dado que Magallanes y Caribes consiguieron su cupo a la final rápidamente. Y que de alguna manera sufrieron los bolsillos de abonados o quienes adquirieron su combo y la afición en general.
Partiendo de la premisa de que no hay un formato perfecto. Las ventajas de las series directas de playoff son resaltables dado que aún una serie en contra por cualquier margen no evita la posibilidad de la remontada. Además el juego extra entre dos de los tres perdedores para obtener el cuarto cupo en las series semifinales le dá un atractivo especial a un encuentro decisivo que lo asemeja al juego de comodines de las Grandes Ligas.
La mayor crítica aunque parezca reiterativo va dirigida al sistema de puntos, que premia jerarquizaciones por encima de promedios de victorias y derrotas. Es una copia del sistema de la Liga Mejicana del Pacífico quien adoptó este formato para evitar la desaparición de un equipo cuyo mal arranque hizo meditar a sus dueños retirarse del torneo. Ante esa situación la LMP decidió organizar una segunda vuelta empezando de cero, otorgándole una nueva oportunidad a un equipo casi en extinción.
