jueves, 29 de enero de 2015

Una temporada mediocre

Esta temporada 2014-15 tuvo cosas buenas sin dudas en las actuaciones de Odubel Herrera (óptimo lo del Torito),  Junior Guerra, Gregory Infante, Cafecito y el propio René Reyes, y muchas otras actuaciones individuales, pero el beisbol es un deporte de conjunto y es simple ver como la actuación colectiva de un equipo que nunca pudo jugar sobre .500 desde octubre hasta enero refleja una temporada pobre para un equipo cuyo objetivo era el campeonato. Tiburones a pesar de una larga racha negativa, llegó a tener todo en sus manos para clasificar con tranquilidad (en gran medida por la pobre actuación de Lara y Caracas) y aun así tuvo que recurrir a una doble jornada extra para jugar el Round Robin.

Fue una temporada mediocre, y las cosas buenas no pueden tapar el sol con un dedo. No es suficiente leer declaraciones aceptándolo, hace falta trabajo productivo que cambien los resultados. Tiburones debe fijarse como meta ser competitivo desde el primer al último encuentro.

En la vida todo resultado está lleno de condicionantes y determinantes. Esta temporada mediocre estuvo condicionada por un manejo de Bailey muy singular a la hora de elaborar el line up y de movimientos de pitchers lejos de su acostumbrado modo, además unos importados cuya cantidad fue inversamente proporcional a su rendimiento (mientras más venían peores eran), unos criollos que no participaron, jugadores de banca siendo titulares, un equipo sin banca, las lesiones y algún otro atenuante.


Pero sin dudas como siempre hay que buscar el o los determinantes en esta pobre actuación de Tiburones. Es simple la respuesta: la Junta Directiva y la Gerencia.

Últimas Noticias (1/12/2014)
Tiburones refleja un problema gerencial que se traduce en la actuación del equipo. Ya son 11 años donde no se puede culpar a aquellos que no les dejaron nada de la historia del equipo según cuentan. Un proyecto deportivo debe tener también lapsos de tiempo, no se puede escurrir el bulto declarando que el proyecto es a largo plazo, ya lo dijo John Maynard Keynes en el largo plazo todos estaremos muertos.

Existen tantos puntos débiles en la forma que es manejado el equipo desde las oficinas desde la comunicación, trato al fanático, manejo de peloteros. Obviamente como toda empresa surgirán desavenencias entre sus componentes, pero la institución debe tener una imagen positiva. Leer declaraciones de un vicepresidente diciendo que los fanáticos deberán "calarse" a los dueños o un miembro de la gerencia tuiteando que hay fanáticos "ligando pa tras" deja mucho que desear del compromiso que debe existir entre la fanaticada, sus peloteros y dirigentes.

Pasando un poco de este tema, entiendo que hay un plan con Bailey en el mando del equipo  pero en todo este tiempo la gerencia no ha podido establecer un cuerpo de lanzadores que compita por un campeonato ya sea vía granjas, cambios e importación. Es obvio que Bailey no es mago.

Nos venden la idea de que traer cantidad de importados es algo positivo, de ser así la estrategia de todos sería maximizar el número de jugadores. La cantidad de importados traídos no tiene ningún mérito, si los resultados son nefastos. A su vez es aún más criticable, dado que si revisamos los rosters de Tiburones durante las doce semanas del campeonato solo en 3 fueron inscritos el cupo de los 9 importados.
  
Semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Importados Inscritos
8
8
7
6
9
8
8
9
9
7
8
8

El abonado o cualquier asistente al estadio lo que exige es ver un equipo competitivo en el campo, todos somos conscientes que el juego se trata de ganar y perder. Es por ello que la importación debe ser estructurada para mantener la competitividad o elevarla.

El fanático, según una encuesta reconocida mas allá de las magnitudes reflejadas, indica que Tiburones está entre los tres equipos con menos aficionados en la LVBP, y aunque la noticia le cayó mal a algunos, sé que los dueños del equipo lo saben. Lo que me preocupa es que sus acciones no cambiaran esa situación.

Tiburones es un equipo con valores atractivos para un fanático, pero el más importante en el deporte es el triunfo. La sequía además de impedir la captación de nuevos guairistas, aleja a los que sí lo son. Es así como en casa te sientes visitante.

Escuché a Antonio Herrera decir que La Guaira es uno de los equipos que más invierte plata, de ser cierto es preocupante porque quiere decir que lo están haciendo verdaderamente mal. Entiendo entonces que Caribes con menos presupuesto ha logrado lo que la Junta Directiva no ha conseguido en 11 años. Y también puedo dudar de que eso sea cierto, ya que por ejemplo el importado Frankoff terminó jugando y destacando con Magallanes y de las listas de Dominicana las piezas más apetecibles terminaron en Aragua, Magallanes y Lara, mientras por La Guaira pasó Wanel, Miranda, Dibbs y otros. Las restricciones presupuestarias de Tiburones son evidentes por lo tanto es necesario optimizar los recursos disponibles.

Creo que a pesar de lo complejo que puede ser el mundo deportivo, debe ir a una estructura organizacional sencilla pero con personas capaces que puedan hacer su trabajo. Confiar en un proyecto de gente dedicada a Tiburones de lleno.

La gerencia deportiva además de no tener un lenguaje claro, se notó descoordinación o falta de comunicación en el caso de Gustavo Molina dejado por Caribes. Tiburones ha acertado varias veces en las listas de septiembre (Cachi, César, Cova) y aunque no sean muchos los peloteros rendidores de lo que se tomó este año, me pareció que hubo mucha parquedad  a la hora de moverse, siendo los Tigres los más activos, denotando que no existía un trabajo entre gerencia y mánager. 

Yendo a los datos de la 2014-15 (www.purapelota.com), tomando como referencia en los bateadores el .OPS, los criollos estuvieron en el promedio de la liga, mientras los foráneos restaron en vez de ayudar. Siendo un poco extremista en la siguiente afirmación Tiburones habría jugado mejor sin importados debido a la baja calidad de los mismos. Obviamente esto no es propiamente así, pero se supone que un conjunto de jugadores extranjeros que cobra en dólares (preferenciales) debería aportar carreras y no restarlas. En si la importación de la liga en promedio fue superior a los criollos caso que no ocurre en Tiburones ya en repetidas ocasiones.

El pitcheo criollo estuvo en el promedio de la liga, cayendo un poco con respecto a la campaña pasada a pesar del gran aporte de Junior Y Gregory. Pero el pitcheo importado fue el peor de la liga. La temporada pasada Tiburones tuvo el quinto mejor pitcheo de la liga basándonos en la efectividad, este año caímos al séptimo, "gracias" a la colaboración de los importados quienes a pesar de ser la mayor cantidad en la LVBP, fueron los que menos innings lanzaron con la peor relación BB/9, BB/SO y Efectividad. Desde 91-92 ningún equipo entre las tres peores ERA de la liga ha quedado campeón y ya la directiva debería saberlo. Cuando Tiburones avanzó a playoffs se citó el récord inmaculado que poseía Bailey que solo fue posible porque en cada uno de esos playoffs con los Tigres contó con una de las dos mejores efectividades en los respectivos Round Robin. Casualmente este año Magallanes y Caribes fueron las dos mejores ERA del Round Robin.

Tiburones con el pitcheo importado de los Bravos de Margarita habría podido jugar con un récord de .500 y haber clasificado tranquilamente dados las pésimas temporadas de Leones y Cardenales. Sin pitcheo no hay paraíso, hay que firmar lanzadores, hay que buscar en el mercado concienzudamente y hay que traer una importación por encima del promedio.

A pesar de que Bailey no es santo de mi devoción, soltó algunas perlas durante el año que me parecen dignas de analizar. Buddy afirmó que "en esta organización tienen que ser profesionales y tener una preparación apropiada para una temporada" y según otras declaraciones "lo importante no son algunos récords" como  una racha o agregaría un premio individual. Debe crearse un equipo ganador y eso va desde la gerencia hasta el cuidacuartos. Se habla de falta de compromiso, y pienso que eso se crea con buenas condiciones para el jugador, buenos salarios acorde al equipo, estableciendo roles, todo eso es posible trabajando seriamente. Si un jugador se gana un premio, claro que es una buena noticia, pero la labor de la gerencia es lograr que esos premiados sumen para la obtención del verdadero objetivo.

Hasta ahora las consecuencias de todo este desastre son la ratificación de todos sus responsables, y la búsqueda de un nuevo asesor a la gerencia.

Raúl Fernandes
@raulf1979

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