Hoy se inicia el mes de
septiembre, solo falta poco más de un mes para que comience la liga más esperada de Venezuela, empiezan las
cuentas regresivas (aunque algunos ya la inician cuando termina la Serie del
Caribe o quizás antes) en un mes donde se terminan de conformar importaciones,
surgen listas de dejados libres y dan comienzo los entrenamientos. Ya Tiburones
de La Guaira hizo un par de movimientos y se empiezan a escuchar nombres de los
importados.
El año pasado decidí escribir
dado el arranque negativo del equipo, y surgió este blog. Esta vez inicio antes
con la incertidumbre de una nueva temporada que como cualquier equipo afronta
con sus fortalezas y debilidades. Y donde el papel gerencial es muy importante
en la planificación (dentro de lo difícil que es esta liga llena de
imponderables) de un plantel criollo capaz de producir carreras y sacar ceros
acompañados de una importación que venga a sumar victorias y no derrotas como
ocurrió en octubre del año pasado. La Gerencia para esta temporada tomó una
decisión importante contratar a un manager triunfador en la liga como Buddy Bailey con quien hace pocos días se completó el cuerpo
técnico de quienes se espera trabajen en potenciar las fortalezas y entrenar sobre las carencias
de los jugadores.
¿Se puede ser optimista? Yo digo
que sí, no parece fácil debido a que no se contaran con algunos elementos desde
el inicio, pero existe un talento venezolano, capaz de meter a los Tiburones en
la pelea del campeonato. El pitcheo, es la gran debilidad de Tiburones quizás
histórica en cuanto a pitchers criollos, pero que la pasada campaña mostró una
mejor cara ya que se contó con lanzadores que mantuvieron su rendimiento por
encima del promedio. El cuerpo de lanzadores venezolanos en la temporada regular fue superior al de sus compatriotas de Bravos, Cardenales, Tigres y los
campeones Navegantes del Magallanes.
Así que con una gerencia activa, capaz de traer una importación por encima del promedio LVBP, La Guaira es un equipo con aspiraciones campeoniles. Su ofensiva es la carta de presentación, en los últimos años lo ha demostrado y los números hablan por sí solos. Los pueden revisar en la página de liga, a pesar de su floja presentación, o en www.purapelota.com.
Tiburones de La Guaira viene de
hilvanar tres premios novato del año en LVBP, sólo había ocurrido antes una
vez, y como buenos fanáticos sabemos que Gustavo Polidor (80-81), Argenis
Salazar (81-82) y Norman Carrasco (82-83) integrantes de la famosa Guerrilla
fueron quienes impusieron un récord que mantiene La Guaira ahora por partida
doble.
N.Carrasco, O.Guillén y Argenis Salazar
Existen jugadores para pensar en
un cuarto novato del año: Odubel Herrera viene de muy buenas temporadas en el
norte y este año pudiese ser su oportunidad de mostrarse y destacar, y si las limitaciones
no lo impiden existen lanzadores que pueden redondear buenos números y optar
por el premio (como Yorfrank López lo hizo el año pasado).
Pero más allá de esa posibilidad,
hay que valorar el hecho de haber obtenido tres novatos del año consecutivos en
esta liga. Habla del talento joven que cosechó el equipo y que debe obtener
frutos. Y si revisamos la historia de la
LVBP. Observamos que aquellos tres novatos del año (junto a otros como Guillén,
Pedrique, Pérez Tovar) justamente el año que se completó la racha obtuvieron su
primer campeonato y posteriormente dos más. Por supuesto con la suma de
peloteros de experiencia como Luis Salazar, Juan Monasterios, Luis Mercedes
Sánchez entre otros y una extraordinaria importación como acostumbraba Padrón
para la época.
Se puede leer en el libro "La Fiesta
del Beisbol" (Ramos y Guerra, 1983), en una
entrevista realizada a Pompeyo Davalillo (1982) decía que producto de la
reestructuración hecha en años anteriores al equipo con la firma de peloteros jóvenes con proyección de grandes ligas, se podrían ver los resultados esa misma temporada y
no se equivocó. Y ante la pregunta sino era un problema contar con tantos
prospectos que coincidían en posiciones al campo respondió que el problema no
era para el equipo sino para el jugador que debe superarse, ya que aunque hayan
jerarquías, el beisbol es de quien más produce, quien ofrezca mayor rendimiento,
y también manifestaba la importancia de contar con un receptor criollo que para
la época era complicado, hoy dos de esos novatos del año son receptores, y
actualmente se tiene cubierta la posición por criollos.
Pompeyo Davalillo
Existen otros casos, como
Cardenales que logró tres novatos del año en cuatro temporadas (86-87,87-88
y 89-90), obteniendo el campeonato un año después de ese tercer premio, y cuya generación
(Sojo, Pérez) serian vitales para obtener sus otros tres títulos.
Magallanes también ganaría tres
premios novato del año en 91,92 y 94 (Juan F. Castillo, Eddy Díaz y Luis Raven), siendo campeones en el 94, 96 y 97 con
aquella gran generación de peloteros.
Obviamente no es suficiente o
determinante ganar premios novato del año, pero es el reflejo de un potencial
que debe ser explotado en la búsqueda de ese título esquivo.
Actualmente los últimos 8 premios
han sido repartidos entre Águilas y Tiburones. Pero tomando en cuenta estos
últimos tres años además de ganarlos con votaciones bastante claras (casi
unánimes) tanto Héctor Sánchez como
Salvador Pérez demostraron su alto valor en esta liga, donde también se
asomaron en las votaciones Cafecito y Miguel González. El año pasado tres de
los cuatro primeros noveles en la votación eran escualos: sumando 43 de 45 votos al primer lugar Carlos Sánchez (premio donde la
unanimidad es antojadiza), Luis Sardiñas quien con media temporada le bastó para
ser tercero en la votación y un "lanzador" Yorfrank López a pesar de
las limitaciones obtuvo una votación más que considerable logrando un cuarto lugar que él mismo no esperaba.
Luis Sardiñas y Carlos Sánchez
Sumando a esta generación de premiados el aporte
de jugadores como Gregor Blanco, Alcides Escobar, Álex Cabrera, Edgmer Escalona por mencionar
algunos y el resto de peloteros criollos se puede decir con certeza que el equipo
va #PaEncima.
Es labor de la gerencia tener un
equipo balanceado de principio a fin, capaz de llegar a la parte final en un
nivel óptimo con peloteros competitivos y suficientes en pos del título; la
estrategia y gerencia del material humano que se dispone por parte de un
manager que ha demostrado la capacidad de conseguir el objetivo principal; y el aporte
determinante de los que están sobre el terreno haciendo las pequeñas cosas y
aportando jugadas espectaculares que diferencian a un equipo campeón del resto.
A ligar guairistas, que esto está por comenzar. Pa Encima.
A ligar guairistas, que esto está por comenzar. Pa Encima.
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