jueves, 6 de octubre de 2016

Tiburones 2016-17

Una nueva temporada para Tiburones de La Guaira y lo primero que hay que mencionar es la contratación como piloto de Oswaldo Guillén, un manager con un bagaje extraordinario. Ozzie es amplio conocedor del juego y cuenta con el mejor currículo posible para este cargo entre los nacidos en la tierra de los Aparicio, Davalillo, Carrasquel…

Oswaldo Guillén (Foto: El Universal)

Manager nuevo, en un equipo que se suponía empezaba una nueva era hace dos años con la dirección de Buddy Bailey, y cuyo trabajo culminó con dos clasificaciones a playoff sin conseguir el objetivo de llegar a la final y el anhelado título.

En esas últimas dos temporadas Tiburones gracias a la ofensiva de Odubel Herrera, Álex Cabrera, Cafecito Martínez y otros criollos e importados lograron armar un equipo competitivo con aspiraciones, aunque el pitcheo colectivo no llegó a superar el promedio de la liga, siendo como siempre el talón de Aquiles, aún así contó con actuaciones individuales destacadas como Junior Guerra o Gregory Infante.

En esta nueva campaña que comienza hoy, La Guaira ve diezmado su plantel y con muchas incógnitas por resolver,  la disminución ofensiva es evidente. Revisando los números de las últimas dos zafras, los Tiburones pierden producción de carreras debido a la ausencia de jugadores  con OPS superior a .800 en cada una de ellas y sin certeza de su adición.  De los jugadores actuales con experiencia el año anterior en LVBP, solo Brock Stassi con Leones  superó esos .800 de OPS.


La jerarquía de José Castillo y Alberto González debe ser traducida en números, Daza y Carrizales tienen que demostrar  que son capaces de producir al nivel promedio de la LVBP, además de Stassi la importación suma un bate como Olmo Rosario cuyo buen rendimiento es imprescindible y por otra parte la adición de 7 lanzadores quienes además de cubrir las bajas de Junior y Edgmer, tienen el objetivo de mejorar el desempeño monticular de Tiburones que desde hace muchas temporadas colectivamente ha sido mediocre.

Tiburones si desea tener un equipo campeón debe mejorar ostensiblemente su pitcheo, el aporte de importados, criollos y jóvenes promesas serán determinantes en las opciones de esta temporada. La posibilidad de mejorar índices como ERA, Whip, BB/9 determinará las opciones de La Guaira, pero es lógico que exista incertidumbre con los elementos disponibles. Sin pitcheo no hay paraíso y el material criollo es determinante. Los criollos deben mejorar y los “Edubray Ramos” deben multiplicarse (Carlos Alvarado, José Alvarado, Jonathan Martínez, Helmis Rodríguez, Endrys Briceño, Yean Gil, Johan Belisario, Jorgan Cavaneiro, Kevin Canelon).

Edubray Ramos (Foto: LVBP)

Desde hace tiempo llegué a la conclusión que el problema de Tiburones no es el estratega, de lo que se trata es de contar con los elementos en el campo suficientes para optar por el título, un equipo equilibrado y con condiciones.

Oswaldo tiene su forma de “managear” que en opinión de algunos no es el más efectivo en la obtención de victorias, pero el manager es mucho más que hacer un lineup u ordenar un toque, también trabaja en disminuir las tensiones dentro del clubhouse y enfocar la energía en bregar a diario por obtener la victoria. Oswaldo sabe de lo que se trata, es una persona que delega funciones y hace sentir cómodos a coaches y jugadores (algo que carece Bailey), él fue fundamental como jugador en aquel bicampeonato ya lejano de Tiburones y fue capaz de manejar la presión de una ciudad con una larga sequía de trofeos  en la máxima liga de béisbol, o sea tiene el “know how” lo cual es un buen condicionante.

Los determinantes estarán en el campo, un conjunto de jugadores que deben ser capaces de hacer las jugadas, de lanzar strikes o traer las carreras. Para ello un grupo de profesionales que denominan Gerencia tiene que agotar todos los recursos disponibles en conformar diariamente un equipo competitivo.

Entiendo perfectamente los pronósticos realistas que hacen muchos aficionados sobre las posibilidades de nuestro equipo, es previsible un comienzo lento pero esto no se trata de cómo comienza sino como termina. 

Una temporada de béisbol en Venezuela es como un laberinto, es difícil de predecir con la cantidad de imponderables que van sucediendo en el camino. Una temporada larga que elimina únicamente a dos participantes, y unos playoffs con invasión de peloteros del Caribe y algunos refuerzos. Esto recién va a empezar, así que a disfrutar a partir de hoy cada juego con optimismo. 

¿Quién dijo miedo? Si aquí sobra coraje. Tiburones Pa´ Encima. 

1 comentario:

GiovaOrsiniV dijo...

¡Feliz comienzo de temporada! ¡Pa'encima es!