Una nueva temporada para Tiburones de La Guaira y lo primero que hay que
mencionar es la contratación como piloto de Oswaldo Guillén, un manager con un
bagaje extraordinario. Ozzie es amplio conocedor del juego y cuenta con el
mejor currículo posible para este cargo entre los nacidos en la tierra de los
Aparicio, Davalillo, Carrasquel…
Oswaldo Guillén (Foto: El Universal)
Manager nuevo, en un equipo que se suponía empezaba una nueva era hace dos
años con la dirección de Buddy Bailey, y cuyo trabajo culminó con dos
clasificaciones a playoff sin conseguir el objetivo de llegar a la final y el
anhelado título.
En esas últimas dos temporadas Tiburones gracias a la ofensiva de Odubel
Herrera, Álex Cabrera, Cafecito Martínez y otros criollos e importados lograron
armar un equipo competitivo con aspiraciones, aunque el pitcheo colectivo no
llegó a superar el promedio de la liga, siendo como siempre el talón de
Aquiles, aún así contó con actuaciones individuales destacadas como Junior
Guerra o Gregory Infante.
En esta nueva campaña que comienza hoy, La Guaira ve diezmado su plantel y
con muchas incógnitas por resolver, la disminución
ofensiva es evidente. Revisando los números de las últimas dos zafras, los Tiburones
pierden producción de carreras debido a la ausencia de jugadores con OPS superior a .800 en cada una de ellas
y sin certeza de su adición. De los
jugadores actuales con experiencia el año anterior en LVBP, solo Brock Stassi
con Leones superó esos .800 de OPS.
La jerarquía de José Castillo y Alberto González debe ser traducida en números, Daza y Carrizales tienen que demostrar que son capaces de producir al nivel promedio
de la LVBP, además de Stassi la importación suma un bate como Olmo Rosario cuyo
buen rendimiento es imprescindible y por otra parte la adición de 7 lanzadores quienes además
de cubrir las bajas de Junior y Edgmer, tienen el objetivo de mejorar el
desempeño monticular de Tiburones que desde hace muchas temporadas
colectivamente ha sido mediocre.
Tiburones si desea tener un equipo campeón debe mejorar ostensiblemente su
pitcheo, el aporte de importados, criollos y jóvenes promesas serán
determinantes en las opciones de esta temporada. La posibilidad de mejorar
índices como ERA, Whip, BB/9 determinará las opciones de La Guaira, pero es
lógico que exista incertidumbre con los elementos disponibles. Sin pitcheo no
hay paraíso y el material criollo es determinante. Los criollos deben mejorar y
los “Edubray Ramos” deben multiplicarse (Carlos Alvarado, José Alvarado,
Jonathan Martínez, Helmis Rodríguez, Endrys Briceño, Yean Gil, Johan Belisario,
Jorgan Cavaneiro, Kevin Canelon).
Edubray Ramos (Foto: LVBP)
Desde hace tiempo llegué a la conclusión que el problema de Tiburones no es
el estratega, de lo que se trata es de contar con los elementos en el campo
suficientes para optar por el título, un equipo equilibrado y con condiciones.
Oswaldo tiene su forma de “managear” que en opinión de algunos no es el más
efectivo en la obtención de victorias, pero el manager es mucho más que hacer
un lineup u ordenar un toque, también trabaja en disminuir las tensiones dentro
del clubhouse y enfocar la energía en bregar a diario por obtener la victoria.
Oswaldo sabe de lo que se trata, es una persona que delega funciones y hace
sentir cómodos a coaches y jugadores (algo que carece Bailey), él fue
fundamental como jugador en aquel bicampeonato ya lejano de Tiburones y fue
capaz de manejar la presión de una ciudad con una larga sequía de trofeos en la máxima liga de béisbol, o sea tiene el “know
how” lo cual es un buen condicionante.
Los determinantes estarán en el campo, un conjunto de jugadores que deben
ser capaces de hacer las jugadas, de lanzar strikes o traer las carreras. Para
ello un grupo de profesionales que denominan Gerencia tiene que agotar
todos los recursos disponibles en conformar diariamente un equipo competitivo.
Entiendo perfectamente los pronósticos realistas que hacen muchos aficionados
sobre las posibilidades de nuestro equipo, es previsible un comienzo lento pero
esto no se trata de cómo comienza sino como termina.
Una temporada de béisbol
en Venezuela es como un laberinto, es difícil de predecir con la cantidad de
imponderables que van sucediendo en el camino. Una temporada larga que elimina
únicamente a dos participantes, y unos playoffs con invasión de peloteros del
Caribe y algunos refuerzos. Esto recién va a empezar, así que a disfrutar a partir
de hoy cada juego con optimismo.
¿Quién dijo miedo? Si aquí sobra coraje. Tiburones Pa´ Encima.
1 comentario:
¡Feliz comienzo de temporada! ¡Pa'encima es!
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